El hipoadrenocorticismo canino, también conocido como enfermedad de Addison, implica deficiencias de cortisol y aldosterona debido a lesiones en la corteza suprarrenal. Afecta perros de cualquier edad o raza, con síntomas crónicos de poliuria-polidipsia y gastrointestinales, que se pueden agudizar llegando al shock en las “crisis addisonianas”. La forma “atípica” suele cursar con síntomas crónicos gastrointestinales y letargo. La confirmación diagnóstica se realiza mediante pruebas como el test ACTH y la medición de cortisol basal. El tratamiento incluye glucocorticoides y mineralocorticoides, ajustados según los síntomas clínicos y el ratio sodio/potasio. Los animales se pueden clasificar en 4 grupos según su clínica, la atención inmediata es esencial en las crisis addisonianas, mientras que otras presentaciones requieren una evaluación más detallada.