Monitorización del sistema cardiovascular en anestesia: fundamental para evitar complicaciones

En general, los objetivos de la monitorización durante el periodo perioperatorio son asegurar que la profundidad anestésica y los parámetros fisiológicos están dentro de los límites normales. De esta forma poder detectar rápidamente las alteraciones que puedan comprometer la homeostasis del paciente (hipotensión, hipoxemia, hipercapnia, hipotermia…).

Para ello, necesitamos saber cómo funciona cada uno de los monitores y qué significado tienen los valores que nos están aportando. De esta manera aprovecharemos al máximo el dinero invertido en la compra de los equipos, beneficiando al paciente anestesiado y asegurándonos de que estamos realizando un trabajo de calidad.

Una vez detectadas las alteraciones (gracias a la monitorización), debemos ser nosotros quienes sepamos como tratarlas. Una vez instaurado el tratamiento, la monitorización también va a ayudarnos a comprobar si el tratamiento ha corregido las alteraciones.

Gracias a la monitorización durante el perioperatorio (no solo durante la anestesia general, sino desde la evaluación preanestésica hasta la recuperación del paciente) se ha demostrado en diversos estudios clínicos que se aumenta la seguridad anestésica disminuyendo la mortalidad y las complicaciones perioperatorias. Esto es algo muy importante para el veterinario y especialmente para el propietario del animal, y puede estar bien mencionar la monitorización que disponemos durante la consulta de evaluación preanestésica para que el propietario entienda que trabajamos con la mayor profesionalidad posible.

Por último, la monitorización nos ayuda a mantener un registro de los sucesos ocurridos durante la anestesia general en caso de que existieran complicaciones.

En España la mortalidad anestésica es del 1,29% en perros y 1,8% en gatos. En los estudios de mortalidad mas recientes, se ha visto que la escala ASA de riesgo anestésico está directamente asociada a la mortalidad: en animales sanos (ASA I y II) esta mortalidad es de 0,33% y 0,77% en perros y gatos respectivamente. En pacientes con patologías sistémicas mas o menos graves (ASA III, IV y V) puede llegar hasta el 4,06% en perros y 5,98% en gatos. Sin embargo, además de esta clasificación, debemos tener en cuenta otros factores como el grado de experiencia y formación del veterinario encargado de la anestesia, el protocolo anestésico, la monitorización y equipamiento disponible en la clínica, el tipo de intervención, la duración de la anestesia, la especie y la raza.

 La monitorización del sistema cardiovascular es muy importante ya que es uno de los sistemas vitales que más se puede ver afectado durante anestesia debido a los efectos de los fármacos administrados. Debido a la alta incidencia de complicaciones cardiovasculares, és una de las principales causas de mortalidad asociada a la anestesia general.

Como en medicina humana, la medicina veterinaria avanza cada día y como profesionales debemos seguir formándonos de manera continuada, para afianzar conocimientos y seguir mejorando nuestro trabajo. Recientemente se han publicado unas guías de anestesia y monitorización (2020 AAHA Anesthesia and Monitoring Guidelines for Dogs and Cats) donde describen de manera sistemática las técnicas de monitorización imprescindibles de cada sistema vital que se deben llevar a cabo durante la anestesia general. Adicionalmente se describe la monitorización recomendada y nombra qué técnicas de monitorización se consideran avanzadas, las cuales se deben llevar a cabo en los pacientes mas críticos.

En el siguiente webinar nos vamos a centrar en la monitorización del sistema cardiovascular que se utiliza a nivel clínico en pequeños animales, describiendo la base fisiológica y el funcionamiento de cada una de las técnicas y por último qué anomalías mas frecuentes vamos a encontrar durante anestesia.

 

LV, Dipl. ECVAA., Acr. AVEPA GAVA, MVetMed

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