El hipotiroidismo canino es una de las enfermedades endocrinas más descritas en perros con una prevalencia entre el 0.2 – 0.8%. Cualquier defecto en el eje hipotálamo-hipófisis-tiroides puede causar una secreción deficiente de hormonas tiroideas. De forma resumida existe el hipotiroidismo primario (afectación de la glándula tiroidea), secundario (afectación de la glándula pituitaria) y terciario (afectación del hipotálamo). Todas estas formas se pueden clasificar como congénitas o adquiridas. La presentación más común (95% de los casos) es el hipotiroidismo primario. Existen dos formas histológicas: tiroiditis linfocitaria y atrofia idiopática. Aunque algunos autores sugieren que la atrofia idiopática es el resultado de la progresión crónica de la tiroiditis linfocitaria, la etiología no está nada clara.
Otras causas menos frecuentes de hipotiroidismo primario incluyen deficiencia de yodo, ciertas medicaciones, hipotiroidismo congénito, destrucción de la glándula por neoplasia o tiroidectomía. Aunque su existencia se conoce desde hace muchos años, aún a día de hoy su diagnóstico puede ser complicado debido a la difícil interpretación de las pruebas en ciertos casos, el uso indiscriminado de éstas en algunos pacientes y sus signos equívocos. En la sesión se discutirán en profundidad los aspectos más relevantes de su diagnóstico, abordando también sus causas y tratamiento. Se explicarán las ventajas y desventajas de las pruebas endocrinas como también otras pruebas que podemos realizar en nuestros pacientes. Todo de una forma práctica para ayudar al manejo de esta enfermedad.