Uno de los desafíos más desconcertantes para el clínico veterinario es enfrentarse a un cachorro que no crece como se espera. A veces asumimos que se trata simplemente de una mala nutrición o de una genética desfavorable, pero detrás de este signo clínico pueden esconderse trastornos endocrinos importantes que, si no se diagnostican a tiempo, comprometen seriamente la calidad de vida del animal.
Hipopituitarismo o el hipotiroidismo congénito muchas veces pasan desapercibidos en las primeras visitas. ¿Cuándo sospechar un problema endocrino? ¿Qué pruebas debemos solicitar? ¿Cómo diferenciar un problema del tejido óseo o muscular de otras patologías sistémica? En este episodio abordaremos las claves para reconocer estas condiciones y establecer un plan diagnóstico eficaz.
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