El sistema vestibular (SV) es una parte del sistema nervioso encargada de mantener el equilibrio y la postura, especialmente de la cabeza, ojos y tronco frente a la gravedad. El sistema de la audición, en cambio, es el que se encarga de recibir sonidos e integrarlos a nivel central. Ambos sistemas están íntimamente ligados tanto anatómicamente como clínicamente.
El SV a nivel anatómico se clasifica en 2: periférico (estructuras no encefálicas) y central (estructuras encefálicas). El vestibular periférico está compuesto por el nervio vestibulococlear (VIII) y sus receptores. El vestibular central está formado por estructuras del tronco encefálico y del cerebelo. En el tronco encefálico se encuentran 4 pares de núcleos vestibulares, concretamente en la medula oblongada craneal. En el cerebelo forman parte del sistema vestibular central (SVC) los lóbulos floculonodulares y los núcleos fastigios.
La información pasa del oído hasta las estructuras encefálicas y de allí se enviará información a distintas partes del sistema nervioso (al encéfalo, médula espinal, otros sitios del tronco encefálico, cerebelo).
El síndrome vestibular es un conjunto de signos clínicos secundarios a una lesión en el sistema vestibular y es un motivo de consulta muy frecuente en neurología de pequeños animales. Los signos clínicos se caracterizan principalmente por incoordinación, perdidas de equilibrio y alteraciones de la postura, ya que son las principales funciones de este sistema.
Los signos clínicos más frecuentes en pacientes vestibulares incluyen: ladeo de cabeza, ataxia vestibular, nistagmo, estrabismo y vómitos. En examen neurológico nos permitirá diferenciar lesiones del sistema vestibular periférico y del sistema vestibular central.
En esta charla vamos a ver la anatomía de ambos sistemas, los signos clínicos más importantes, las principales causas de disfunción, las pruebas necesarias para diagnosticarlas, así como el tratamiento y consideraciones más importantes.