La piel constituye une barrera entre nuestro organismo y el exterior. Gran parte del efecto barrera de este órgano está asegurado por el estrato córneo, la capa más superficial de la epidermis.
Esta estructura, que resulta de la diferenciación terminal de los queratinocitos, constituye un verdadero muro de ladrillos que impide que la piel se deshidrate, que los alérgenos puedan penetrar en la piel e impide las infecciones. Por desgracia, en algunas enfermedades, y especialmente en la dermatitis atópica, el estrato corneo se encuentra defectuoso y la piel sufre.
El objetivo de esta presentación es:
1. Entender cómo se forma este muro de ladrillos;
2. Conocer las consecuencias para el animal cuando la barrera cutánea no funciona;
3. Aprender cuales son los defectos de barrera cutánea en perros con dermatitis atópica;
4. Conocer las bases para su reparación.